Primer cuento de Narraciones Extraordinarias de Edgar Allan Poe
El misterio que acoge esta historia se halla en la muerte de Madame L'Espanaye y su hija Mademoiselle Camile L'Espanaye. Alrededor de las tres de la madrugada en el cuarto piso de una casa situada en la calle Rue Morgue se escucharon espantosos gritos que despertaron al vecindario, inmediatamente varios de los vecinos se aproximaron al lugar que pasaba, forzando la puerta lograron entrar y subir rápidamente donde aun se escuchaban voces las cuales cesaron cuando se aproximaban al cuarto piso. El grupo se extendió por toda la casa para revisar que había sucedido cuando en el cuarto piso el horror atrapo a todos, la habitación se hallaba totalmente desordenada se hallaron unos mechones de cabello llenos de sangre arrancados de raíz y una cuchilla de afeitar.
Pero el asombro y el horror fue mayor cuando encontraron a la hija de Madame L'Espanaye colgando con la cabeza hacia abajo en el hueco estrecho de la chimenea, en su rostro se hallaron arañazos y en la garganta oscuros hematomas y profundas heridas; continuando el registro de la casa se encontró a Madame L'Espanaye en el patio trasero, con la cabeza desprendida del cuerpo y este terriblemente mutilado. Sin tener sospechas y evidencia alguna de quien seria el asesino se inicio una investigación interrogando a todos aquellos que podían tener relación en el caso.
Los interrogados fueron la lavandera, el estanquero, el guardia y mas vecinos los cuales todos coincidían en las declaraciones donde se decía que no se sabia de nadie que frecuentase la casa de las dos mujeres, ni familiar alguno; el guardia y los vecinos que se acercaron a la casa en la madrugada del asesinato indicaron que antes de subir se escucharon dos voces una gruesa con un tono francés y una aguda la cual ninguno logro identificar en que idioma era, lo que si era claro era que ninguna pertenecía a alguna de las dos mujeres. Aun con esto la policía no tenia indicio o pista alguna que pudiera aclarar los hechos, sin embargo en un anuncio nocturno del periódico Gazette des Tribunaux se indico la captura del Adolphe le Bon uno de los trabajadores del banco que días antes había acompañado a Madame L'Espanaye a llevar 4.000 francos guardados en dos bolsas, pero de este misterioso asesinato se tenia que no seria un robo pues dicho dinero se encontraba en la casa después del asesinato.
Dupin y su amigo se enteraron de terrible asesinato por lo que vieron en el periódico nocturno. Dupin era una persona que su único lujo eran los libros y era un enamorado de la noche junto con su amigo, observaba y poseía una peculiar habilidad analítica, su actitud llegaba a ser fría y abstracta. Para Dupin la policía era astuta, pero no mas que eso y no le convencía el arresto de Le Bon como el asesino así que junto con su compañero decidieron examinar el terreno con sus propios ojos.
Al conseguir los permisos para acceder al lugar se dispusieron a analizar cada rincón del lugar pero para Dupin: "Este misterio se considera insoluble por la misma razón que debería considerarse de fácil solución". Para él la Policía estaba desorientada por la magnitud de tan terrible caso pero para dichas desviaciones de lo ordinario, la razón ha de encontrar el camino.
Dupin indico que el asesino o los asesinos tenían que poseer mucha fuerza por los desgarradores signos de violencia en los cuerpos de las victimas, y lo primero era saber como habían huido los asesinos; analizando los posibles caminos de huida solo pudo haber uno razonable, dos ventanas en la habitación trasera del cuarto piso las cuales parecían resultaron bastante difíciles de abrir pero para Dupin estas tendrían algún método que no se podía ver a simple vista, analizando la ventana encontró que esta poseía un resorte que la permitía abrir sin dificultad alguna y que se podría cerrar desde afuera haciendo parecer que no fue forzada o abierta; de tal manera que ya se tenia que los asesinos habían huido por la ventana, el problema ahora era como descendió sabiendo que solo se hallaban unos cables de pararrayos cerca de la ventana.
Para Dupin el mismo sistema de entrada en la casa fue el mismo de huida pues la ventana se encontraba abierta antes del asesinato, sin embargo el asesino tuvo que llevar acabo numerosas acrobacias; siendo esto cierto ahora era momento de analizar los rastros que dejo el asesino en la escena del crimen, en los mechones de cabello Dupin encontró un cabello diferente al de los mechones que no era de humano, además de ello analizando los hematomas y marcas que tenia en el cuello Mademoiselle Camile L'Espanaye era claro que no eran de una mano normal. Dupin tenia un pasaje de Cuvier en el cual se describía una gran orangután leonado de las islas de la India Oriental, con una gran estatura, fuerza prodigiosa y salvaje ferocidad. Este animal correspondía claramente con las huellas que dejo el asesino sin embargo había alguien mas, un francés y esta persona seria la dueña del orangután y es posible que esta sea inocente.
Para aclarar y corroborar los hechos, Dupin inserto un anuncio en las oficinas de Le Monde (periódico dedicado a asuntos marítimos), en el indico que se había encontrado a un orangután cuyo propietario era un marinero a bordo de un navío maltés y se podría reclamar en la dirección en donde Dupin y su amigo vivían. Dupin al revisar la habitación también encontró un trozo de lazo, grasiento y con un nudo que solo un marinero maltés podría hacer. Mientras Dupin y su amigo hablaban del tema llego un hombre a la casa, que era sin duda un marinero, alto, fornido, musculoso y algo arrogante. Dupin comenzó a hablar con el y efectivamente iba por el orangután el marinero le ofreció una recompensa a Dupin por ello, y Dupin pidió que le contara todo lo que sabia acerca de lo sucedido en la rue Morgue.
El marinero algo asustado y con la promesa de que no seria señalado culpable, decidió contar todo. Recientemente él había realizado un viaje a un archipiélago del Indico, entre el y un amigo capturaron al orangután, el compañero murió después y este quedo en manos de el; logro encerrarlo en su casa en París pero una madrugada en que llego (La madrugada del asesinato en rue Morgue), encontró al animal en su habitación ensayando a afeitarse con una navaja; al ver que el marinero recurrió a un látigo el orangután salio corriendo a las desiertas y silenciosas calles, el mono vio una luz a lo alto de una de las casa la de Madame L'Espanaye, hasta allí trepo y entro; el marinero rápidamente lo siguió y llego hasta dicha ventana donde lo mas desgarrador sucedió, el orangután había agarro a Madame L'Espanaye de los cabellos e introdujo la navaja en el cuello luego la arrojo por la ventana hacia el patio, a la joven le enterró sus dedos en la garganta hasta matarla y rápidamente la oculto en la chimenea, como si supiese que lo que estaba haciendo era malo y su amo lo castigaria, en ese momento subía la multitud a ver que sucedía mientras que su amo, el marinero lo llamo y el de forma extraña respondió; la voz que muchos de los vecinos no entendieron; rápidamente el marinero escapo al igual que el orangután dejando cerrada la ventana. Una vez relatada dicha historia a la policía Le Bon quedo en libertad y Dupin demostró a la policía que toda su ciencia carece de base, pues son excesivamente listos como para reflexionar con profundidad.